Archivado en enero 21, 2021
Somos vecinos del país considerado el más poderoso, Estados Unidos está inmerso en una de las mayores crisis de salud pública por la pandemia de Covid-19. Superó en menos de un año el total de muertes de combatientes y no combatientes estadounidenses durante la Segunda Guerra Mundial: 405,399 entre 1941 cuando Estados Unidos ingresó al conflicto y 1945, de acuerdo a registros del departamento para los Asuntos de los Veteranos en ese país.
Aunado a las cifras de contagios y muertes, la inestabilidad social, la polarización, los conflictos raciales, la violencia y el cambio de presidente, ha captado la atención del mundo entero y es el 20 de enero de 2021, que todos nos mantuvimos expectantes ante incluso la posibilidad de un atentado.
Pero en tensa calma, se vivió una inusual transición de gobierno en Washington D.C, en el que Joe Biden y Kamala Harris juraron como presidente y vicepresidenta; curiosamente el exmandatario y empresario Donald Trump no acudió a la ceremonia, algo también histórico y desafiante, registrado ya los anales de este país.
«Tenemos que esforzarnos y empujar para seguir adelante (…) hay mucho por reparar, mucho por restaurar, mucho por sanar, mucho que construir y mucho que ganar», dijo Biden en su discurso inaugural ante invitados especiales, como los expresidentes Barack Obama, George W. Bush y Bill Clinton.
Por supuesto, Biden tocó el tema de la pandemia y dijo que su respuesta a esta crisis estará basada en conclusiones a partir de la evidencia científica, en contraste con su antecesor, quien dijo e hizo lo inimaginable, desde no usar cubre bocas, incitar a las personas a desinfectarse inyectándose cloro, creer que todo es culpa de una amenaza por parte de China y salir del hospital, después de haberse contagiado, diciendo que era una enfermedad de menor calibre.
Estados Unidos tiene el 4% de la población mundial pero alcanza el 20% de las muertes globales. En el día en que el demócrata Joe Biden asumió la Presidencia, la cuenta por covid-19 iniciada el 20 de enero de 2020 en Estados Unidos, se situó en más de 24.5 millones de contagios y 405,400 muertes, según el recuento de la Universidad Johns Hopkins.
“Necesitamos toda nuestra fuerza … Estamos ingresando a lo que puede ser el periodo más duro y mortal del virus”, mencionó Biden.
Así que más allá de lo que las autoridades de cada país digan, hay datos que con toda seguridad, no solo los norteamericanos deben tener presentes para no bajar la guardia:
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En el condado de Los Ángeles, el más poblado de EE.UU., alrededor de una persona muere de covid-19 cada seis minutos.
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En el conteo registrado hasta el 20 de enero, hubo un total de 405,400 fallecidos a causa del nuevo coronavirus.
Esta enfermedad no tiene palabra de honor, no huye, no respeta, no se detiene ni ante un país tan poderoso y junto con la arrogancia, la ignorancia y la falsa creencia de que no pasa nada, es en conjunto el mal que nos aqueja.
Por esto! cuídate, me cuido y podremos superar estos tiempos, que nos han enseñado duras lecciones y nos preparan para las variantes que puedan llegar, porque es un hecho, el mundo es otro a partir del Covid-19.