«Toda persona tiene derecho a buscar protección, sin importar quiénes sean, de dónde provengan y cuándo hayan sido forzadas a huir».
No se trata de celebrar, si no de atraer los reflectores, visibilizar y concientizar sobre una situación que cada día preocupa y crece, el Día Mundial del Refugiado se conmemora mientras los desplazamientos superan ya los 100 millones en este 2022.
La Asamblea General de las Naciones Unidas mediante su resolución A/RES/55/76 designo que, a partir del año 2001, el día 20 de junio sea «el Día Mundial de los Refugiados», es por ello que la ACNUR, -la Agencia de la ONU para los Refugiados-, se une a millones de personas de todo el mundo para honrar a quien huye del conflicto, la violencia y la persecución en busca de protección. Dado que el número de personas desplazadas por la fuerza en todo el mundo va desafortunadamente en aumento, el tema de este año «el derecho a buscar protección «, es más importante que nunca.
Si abrimos las posibilidades a estas personas, que no son propiamente nuestros vecinos, podemos ofrecerles la oportunidad de utilizar su energía y su talento de forma significativa, lo que al final nos beneficia a todos.
Hoy tenemos ejemplos clarísimos, personas que huyen de la guerra en Ucrania, con los salvadoreños, los venezolanos, cubanos, nuestros connacionales de Michoacán, Aguascalientes, Coahuila, toda persona tiene derecho a buscar protección -sea quién sea, venga de dónde venga y cuándo haya sido forzada a huir-. Las cifras son abrumadoras: 100 millones de personas se han visto forzadas a despojarse de sus hogares debido al conflicto, la guerra y la persecución.
Con toda seguridad, cada uno de nosotros debemos hacer más y las autoridades en cada rincón del planeta tienen que poner fin a los conflictos, a la persecución y a las violaciones de los derechos humanos que no dejan a las personas más opción, que huir. No solo es culpabilizar, si no encontrar y resolver el origen de los desplazamientos.
Es aquí donde hay que sumarnos, pues esta conmemoración tiene como objetivo hacer un llamado a los gobiernos de todos los países para que adopten un enfoque basado en la empatía y en el reconocimiento de los derechos fundamentales de los refugiados, sean estos acogidos, asilados, exiliados, perseguidos, expatriados o deportados, así como garantizar los principios de solidaridad y respeto de los Derechos Humanos recogidos y ratificados en el seno de las Naciones Unidas.